viernes, 26 de septiembre de 2014

¡Hablemos de Zalce!

Considerado como el más sobresaliente pintor, grabador y escultor michoacano, Alfredo Zalce fue un ser humano lleno de experiencias que sin duda influyeron en su vida artística. Cuenta que desde niño tuvo encuentros cercanos con situaciones relacionadas con la Revolución, y estas historias son las que dan pauta a darse cuenta que se veía la inquietud de un artista. 

Su trabajo constituyó un universo de posibilidades. Se componía de dibujos a tinta y lápiz, pintura mural y de caballete, gráfica y tallado en madera, así como trabajo en metal, que realizaba en diversos materiales; técnicas de reproducción fotográfica, relieves en aluminio fundido, batik, cerámica y orfebrería. 

Zalce fue uno de los pocos artistas que pintó solo por gusto y no por fama, ya que se negó en dos ocasiones a recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes (en 1990 y 1998) considerado el más alto reconocimiento a los artistas del país. Fue hasta el 2001 que aceptó recibir el premio.  

Su obra ha traspasado barreras y se ha convertido en icono esencial del arte michoacano. Su trayectoria le hizo merecer importantes reconocimientos, como la presea Generalísimo Morelos, concedida por el Ayuntamiento de Morelia; el Premio Vasco de Quiroga, que recibió en Pátzcuaro y por último, el instaurado Premio de Artes Plásticas Alfredo Zalce

Fue uno de los fundadores del Taller de Gráfica popular. Taller que se fundó tras la disolución de La Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). En él se trabajaban grabados en linóleo y madera, las técnicas en las que el taller se especializó. Se crearon diversos carteles, panfletos, banderas, etc. para apoyar causas como la oposición al fascismo.



            


Madre con Niña
Autor: Alfredo Zalce,
 Técnica: grabado
 Medidas: 32 x 25.5  cm.

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