sábado, 16 de agosto de 2014

Francisco de Goya y Los Caprichos

Han pasado dos días desde que visité el Centro Cultural Clavijero (jueves catorce), en donde tuve la oportunidad de apreciar una magnífica exposición de grabados hechos por Francisco de Goya. 
Goya, pintor y grabador español, nació en una pequeña provincia de Zaragoza, España. Es considerado uno de los artistas más importantes de su tiempo, incluso visto desde diferentes facetas, desarrolló un estilo que pronto llegaría a inaugurar el Romanticismo. 

La serie de grabados titulada Los Caprichos, es conjunto de 80 placas trabajadas con la técnica buril. Esta serie fue hecha entre 1796 y 1798, y ya en 1799 fueron impresas por vez primera bajo el nombre de Colección de estampas de asuntos caprichosos, inventadas y grabadas al aguafuerte por Don Francisco de Goya". 

Esta serie de grabados se caracteriza por su alto grado polémico y retador. Atentando en contra de la burguesía, los prejuicios y las extrañas creencias de ámbito religioso con un toque sarcástico.  

Para mí, esta exposición me hizo querer exigirme aún más para poder lograr hacer grabados de calidad. Sé que esto es el inicio y quizá resulte ser que el grabado no es para mí, pero al saber de la vida de Goya y la carga social que representaban sus grabados, me metió esta idea de expresar todo lo que quiera, sin miedo a nada ni nadie. 




Capricho No. 6: Nadie se conoce 
Publicada en 1799
Aguafuerte, aguatinta, y retoques de punta seca sobre papel. 

El mundo es una máscara, el rostro, el traje y la voz todo es fingido. Todos quieren aparentar lo que no son, todos engañan y nadie se conoce. 




Capricho No. 9: Tántalo
Publicada en 1799
Aguafuerte, aguatinta y retoques de punta seca sobre papel.

Si él fuese más galán, y menos fastidioso ella reviviría. 




Capricho No. 72: No te escaparás
Publicada en 1799
Aguafuerte, aguatinta y retoques de punta seca sobre papel.

Nunca se escapa la que se quiere dejar coger. 




Capricho No. 40: ¿De qué mal morirá? 
Publicada en 1799
Aguafuerte, aguatinta y retoques de punta seca sobre papel.

El médico es excelente meditabundo reflexivo, pausado serio. ¿Qué más hay que pedir?

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